Aprende a disfrutar del camino, no sólo del final. ¡Vuelve a ser feliz!

¿Te suena esta frase? Por algún motivo, muchos de nosotros nos dedicamos a conseguir algo, a cumplir un sueño, a llegar hasta x lugar. Y olvidamos el camino. Esto hace que llegue a nuestras vidas la frustración, la ansiedad o el sufrimiento. Y no queremos eso,  queremos dejar de sufrir o sufrir menos. ¿La clave? simple: aprende a disfrutar del camino. ¡Vuelve a ser feliz! Pruébalo. Sí, es así de sencillo.

A continuación te doy algunas ideas claves para que recuerdes los procesos más básicos que has tenido que pasar y, seguro, disfrutar. Luego te invito a hacer un ejercicio. ¿Te unes? Únete a las personas que DISFRUTAMOS DEL CAMINO.

 

¿Un día te levantaste y comenzaste a caminar?

 

Si mal no recuerdo, creo que al igual que el resto de personas te caíste unas cuantas veces.

Bueno, primero te arrastraste un poco, luego gateaste y comenzaste a dar tus primeros pasos. Luego, nadie te podía parar: caminabas, corrías y hasta saltabas.

 

¿Un día saliste a la calle y cuando te subiste por primera vez a una bicicleta comenzaste a pedalear?

 

No lo creo, seguro que ibas en zig zag, los pies se comportaban un poco torpes, y también te caíste, como mínimo, unas dos veces.

 

¿Llegaste a la escuela y ya lo sabías todo?

 

No, no, eso sí que no lo creo.

 

¿Comenzaste tu empresa con todos los conocimientos y requerimientos que necesitaba?

 

No, no, no.

 

¿Un día cruzaste la puerta de tu casa y saliste a amar de la mejor manera… en una relación sana?

 

Nooo. Pero si aún seguimos aprendiendo a amar, a manifestar el amor, a saber como comunicarnos, a saber perdonar…

 

Todo esto es para decirte que sí, que todo es un PROCESO

 

TODO está en construcción, evolución, cambio, movimiento.

 

Y si todos son procesos y todo es un proceso, pregunto:

¿Estás disfrutando de tu proceso o solo piensas en llegar al final?

 

Tres personas disfrutando. Una de ellas está en una bicicleta. Ser feliz es parte de ellos

Yolanda, Mauricio y Sandra disfrutando en esta foto.

 

Disfruta de subir a la bicicleta,

del empujoncito que a veces alguien te tiene que dar,

disfruta del día en que la manejas perfectamente y del día en que te das contra el suelo, contra un muro, contra todo,

disfruta de las marcas que te deja,

del día que sales en ella y recibes el saludo de un caluroso sol y del día en el que tienes que ir caminando llevándola en la mano porque llueve tanto que no te puedes ni subir.

Cuando llegues a esa puerta del lugar al que siempre has querido llegar y dejes esa bicicleta atrás… querrás subirte, sí, querrás subirte y darlo todo.

 

¡Da lo mejor de ti hoy!

 

Estás pedaleando en tu proceso.

 

¿Te cuesta un poco disfrutar del camino?

 

  1. Recuerda cuál es el propósito de esa meta que quieres conseguir, de ese proyecto o ese «final» que quieres lograr. El propósito te conecta con las acciones que estás haciendo.
  2. Elimina las acciones que consideras sobran ya sea porque no contribuyen a ese propósito, porque sí ayudan pero no son coherentes con tus valores o porque son «acciones vacías».
  3. Luego haz una cosa a la vez. Ya sé que eres superman y superwoman. Pero si haces muchas cosas al mismo tiempo, finalizará el día sin que sepas qué has hecho realmente. ¿Lo entiendes?
  4. Enfócate en esa acción o actividad. Enfócate en donde estás, lo que estás viendo, lo que estás sintiendo mientras haces esa acción. Conéctate con el momento.
  5. Si practicas esto y haces que forme parte de tu vida, dime, dime, dime si esto no hace que disfrutes del proceso, que disfrutes del camino.

 

Hoy brindo por ti y por tu proceso.