Vuelve la Navidad y con ella ¡la esperanza!

Independientemente del significado que tú le des a la Navidad, creo que hay algo muy simple y precioso que va más allá de las fiestas, los regalos, la religión o la tradición. Y tiene que ver con la ESPERANZA y la ILUSIÓN. Esto es lo que vamos a tratar hoy.

 Cinco mujeres sonrientes mirando hacia la cámara. Catalina y primas llenas de esperanza.

Foto: con primas y cuñada. Navidad en Colombia.

Tienes derecho a sentir esperanza

Este es un tiempo que da comienzo a algo. Surge la idea de ser ese alguien con quien siempre has soñado ser. Te empiezan a rondar cosas por tu mente como: el próximo año voy a ser más paciente con mi familia y conmigo, o en 2015 voy a encontrar a mi amor, o el próximo año voy a dedicar más tiempo a mi proyecto,  o…

Entonces comienzas a soñar con “un nuevo yo”, con “un nuevo tú”, un “tú renovado”, “un tú más tú” y con menos de otras cosas que no te gustan. Y es justo ahí donde comienza a salir un rayo de luz que yo llamaría ESPERANZA, ILUSIÓN. Esa idea de que algo sea mejor, de que nosotros seamos mejores y de que las circunstancias también nos favorezcan.

Saber esperar

¿Cómo se puede comenzar a sentir esperanza? Vuelve a esperar algo de las situaciones y de ti.

Aprende a esperar que:

Las cosas pueden salir mejor.

La gente puede dar lo mejor de sí.

Tú puedes hacer lo mejor.

Ese viaje será uno de los más preciosos de tu vida.

Este proyecto puede marcar un antes y un después en la empresa.

Sin expectativas

Aprende a esperar sin tener expectativas. ¿Y cómo se puede hacer esto?

Puedo esperar que mi presentación del proyecto salga de la mejor manera como resultado de mi trabajo, esfuerzo, creatividad y compromiso. Pero no puedo esperar y saber lo que los inversionistas e interesados me van a decir al respecto, no puedo saber sus reacciones, ni los negocios o acuerdos que salgan de allí. Puedo esperar que salga de la mejor manera porque he trabajado mucho para ello, pero hay otros aspectos que no están en mis manos.

Y tener expectativas  sobre ello es como participar en un concurso o en la lotería. Puedo esperar ganar pero no lo sabré con certeza hasta que llegue la fecha.

Si espero lo mejor y trabajo por lo mejor, seguro obtendré buenos resultados.

Si espero algo concreto sobre esa situación o esa persona, me puedo llevar sorpresas. Desilusionarme o alegrarme.

No podemos controlar lo otro ni a otros. Podemos sentir esperanza de tener un mañana mejor. Podemos pensar, sentir y hacer lo mejor. Los detalles de cómo se va a dar todo no los podemos conocer.

Te lo mereces

No sé si eres la persona más mala del mundo, más despiadada. No lo creo, todos tenemos luces y sombras. Así que por esas luces y sombras que habitan en ti mereces sentir esperanza por un mañana mejor.

No sé si eres pobre o eres millonario. Tienes vida y ese es el mayor regalo que te facilitará el poder vivir otras experiencias, dar y recibir otros regalos. Así que por estar vivo tienes derecho a sentir esperanza.

No sé si estás solo, en pareja o en familia. Seguro tienes preciosos talentos, locuras y amor para compartir. Mereces tener esperanza por un futuro mejor.

No sé si estás en tu peor o mejor momento de vida. Seguro en este momento ya sabes que la vida es una espiral, una montaña rusa o  una línea viva y en movimiento que sube y baja. Por todos esos momentos ya sabes que mereces tener esperanza de una etapa mejor.

Eres una persona valiosa y mereces sentir esperanza.

Ábrete a las emociones, los encuentros y las posibilidades

Y como te decía al comienzo de este post, creo que hay algo muy simple y precioso que va más allá de las fiestas, los regalos, la religión o la tradición. Y tiene que ver con la ESPERANZA y la ILUSIÓN.

Es ahí donde la NAVIDAD SE VUELVE MÁGICA. Se convierte en un taller de creación de sueños y encuentros contigo, con tu familia, con amigos y hasta con desconocidos.

Momentos irrepetibles en los que das más abrazos, más sonrisas y dices muchas veces: FELIZ, FELIZ, FELIZ NAVIDAD.

 

Cinco hombres de la misma familia formando un círculo con abrazos. Familiares de Catalina llenos de esperanza.

Foto: Navidad en familia 

Lo único que yo deseo para ti en estas fiestas es que dejes que nazca ese rayo de luz de esperanza. Que ese sentimiento crezca y  revolotee por todo tu espíritu. Y que encuentre muchas ventanas en tu cuerpo para que salga al mundo a través de tu rostro, tus acciones y tus palabras.

Deseo que la esperanza ilumine tu ser, el lugar donde estás justo ahora y a toda la gente que te rodee.

 

Una pareja con esperanza mirándose a los ojos.

 

Que tu Navidad esté repleta de Esperanza. Aunque a veces no lo veas y no lo creas, siempre se están construyendo nuevas posibilidades. Solo hay que ver la flor que crece en medio del desierto.

Sea que te conozca o no… te deseo días llenos de esperanza.

 

Feliz, Felizz, Felizzzz Navidad,

 

 

 

Por cierto, disculpa que no haya escrito mi post el domingo o lunes. Esos son mis días «oficiales» para escribirlo y compartirlo contigo. Simplemente me di permiso de disfrutar con mi familia en Medellín, Colombia. Cuando me siento a compartir contigo mis ideas y reflexiones me gusta dedicarle mucho tiempo. Un abrazo,

Vuelve la Navidad y con ella ¡la esperanza!

Independientemente del significado que tú le des a la Navidad, creo que hay algo muy simple y precioso que va más allá de las fiestas, los regalos, la religión o la tradición. Y tiene que ver con la ESPERANZA y la ILUSIÓN. Esto es lo que vamos a tratar hoy.

 Cinco mujeres sonrientes mirando hacia la cámara. Catalina y primas llenas de esperanza.

Foto: con primas y cuñada. Navidad en Colombia.

Tienes derecho a sentir esperanza

Este es un tiempo que da comienzo a algo. Surge la idea de ser ese alguien con quien siempre has soñado ser. Te empiezan a rondar cosas por tu mente como: el próximo año voy a ser más paciente con mi familia y conmigo, o en 2015 voy a encontrar a mi amor, o el próximo año voy a dedicar más tiempo a mi proyecto,  o…

Entonces comienzas a soñar con “un nuevo yo”, con “un nuevo tú”, un “tú renovado”, “un tú más tú” y con menos de otras cosas que no te gustan. Y es justo ahí donde comienza a salir un rayo de luz que yo llamaría ESPERANZA, ILUSIÓN. Esa idea de que algo sea mejor, de que nosotros seamos mejores y de que las circunstancias también nos favorezcan.

Saber esperar

¿Cómo se puede comenzar a sentir esperanza? Vuelve a esperar algo de las situaciones y de ti.

Aprende a esperar que:

Las cosas pueden salir mejor.

La gente puede dar lo mejor de sí.

Tú puedes hacer lo mejor.

Ese viaje será uno de los más preciosos de tu vida.

Este proyecto puede marcar un antes y un después en la empresa.

Sin expectativas

Aprende a esperar sin tener expectativas. ¿Y cómo se puede hacer esto?

Puedo esperar que mi presentación del proyecto salga de la mejor manera como resultado de mi trabajo, esfuerzo, creatividad y compromiso. Pero no puedo esperar y saber lo que los inversionistas e interesados me van a decir al respecto, no puedo saber sus reacciones, ni los negocios o acuerdos que salgan de allí. Puedo esperar que salga de la mejor manera porque he trabajado mucho para ello, pero hay otros aspectos que no están en mis manos.

Y tener expectativas  sobre ello es como participar en un concurso o en la lotería. Puedo esperar ganar pero no lo sabré con certeza hasta que llegue la fecha.

Si espero lo mejor y trabajo por lo mejor, seguro obtendré buenos resultados.

Si espero algo concreto sobre esa situación o esa persona, me puedo llevar sorpresas. Desilusionarme o alegrarme.

No podemos controlar lo otro ni a otros. Podemos sentir esperanza de tener un mañana mejor. Podemos pensar, sentir y hacer lo mejor. Los detalles de cómo se va a dar todo no los podemos conocer.

Te lo mereces

No sé si eres la persona más mala del mundo, más despiadada. No lo creo, todos tenemos luces y sombras. Así que por esas luces y sombras que habitan en ti mereces sentir esperanza por un mañana mejor.

No sé si eres pobre o eres millonario. Tienes vida y ese es el mayor regalo que te facilitará el poder vivir otras experiencias, dar y recibir otros regalos. Así que por estar vivo tienes derecho a sentir esperanza.

No sé si estás solo, en pareja o en familia. Seguro tienes preciosos talentos, locuras y amor para compartir. Mereces tener esperanza por un futuro mejor.

No sé si estás en tu peor o mejor momento de vida. Seguro en este momento ya sabes que la vida es una espiral, una montaña rusa o  una línea viva y en movimiento que sube y baja. Por todos esos momentos ya sabes que mereces tener esperanza de una etapa mejor.

Eres una persona valiosa y mereces sentir esperanza.

Ábrete a las emociones, los encuentros y las posibilidades

Y como te decía al comienzo de este post, creo que hay algo muy simple y precioso que va más allá de las fiestas, los regalos, la religión o la tradición. Y tiene que ver con la ESPERANZA y la ILUSIÓN.

Es ahí donde la NAVIDAD SE VUELVE MÁGICA. Se convierte en un taller de creación de sueños y encuentros contigo, con tu familia, con amigos y hasta con desconocidos.

Momentos irrepetibles en los que das más abrazos, más sonrisas y dices muchas veces: FELIZ, FELIZ, FELIZ NAVIDAD.

 

 Cinco hombres de la misma familia formando un círculo con abrazos. Familiares de Catalina llenos de esperanza.

Foto: Navidad en familia 

Lo único que yo deseo para ti en estas fiestas es que dejes que nazca ese rayo de luz de esperanza. Que ese sentimiento crezca y  revolotee por todo tu espíritu. Y que encuentre muchas ventanas en tu cuerpo para que salga al mundo a través de tu rostro, tus acciones y tus palabras.

Deseo que la esperanza ilumine tu ser, el lugar donde estás justo ahora y a toda la gente que te rodee.

 

Una pareja con esperanza mirándose a los ojos.

 

Que tu Navidad esté repleta de Esperanza. Aunque a veces no lo veas y no lo creas, siempre se están construyendo nuevas posibilidades. Solo hay que ver la flor que crece en medio del desierto.

Sea que te conozca o no… te deseo días llenos de esperanza.

 

Feliz, Felizz, Felizzzz Navidad,

 

 

 

Por cierto, disculpa que no haya escrito mi post el domingo o lunes. Esos son mis días «oficiales» para escribirlo y compartirlo contigo. Simplemente me di permiso de disfrutar con mi familia en Medellín, Colombia. Cuando me siento a compartir contigo mis ideas y reflexiones me gusta dedicarle mucho tiempo. Un abrazo,