Tienes derecho a equivocarte, a reconocerlo y a aprender.

¡Equivocarse es de humanos!

¿Conoces a alguien que nunca se haya equivocado? No lo creo. Equivocarse es de humanos. Permítete equivocarte, deja de atormentarte y aprende. La equivocación sin aprendizaje es eso: sólo una equivocación. La equivocación con aprendizaje ¡es una lección!

Y hoy te voy a invitar a darte permiso para equivocarte, a aceptar con amor las equivocaciones pasadas, presentes y futuras. Porque sí, quizá no lo quieres escuchar, pero en algún momento volverás a equivocarte.

No lo hiciste a propósito, diste lo mejor y a pesar de ello te equivocaste. Es momento para que te encuentres en paz con tus equivocaciones.

Por todo ello, te invito a repetir conmigo:

 

Tengo derecho a creer que lo sé todo,

a tratar de demostrarlo,

y al final, darme cuenta que no sé nada o sé poco.

Y es entonces cuando el mundo se convierte en una aventura porque ¡hay tanto por aprender!

Tengo derecho a equivocarme,

a no saberlo todo,

a decir: disculpa, no lo sabía todo.

Y ahora estoy dispuesta a conocer, a saber, a seguir conociendo.

Tengo derecho a creer que tengo la razón

Mis experiencias me lo han enseñado.

Pero luego me doy cuenta que no tenía la razón,

¡que faltan tantas experiencias por vivir!

Tengo derecho a equivocarme.

A decir: disculpa, no tenía la razón.

Y entonces me dispongo a escuchar tus razones, a tratar de entenderlas, a entenderlas y a aprender.

Tengo derecho a creer que lo que yo hago es correcto y que tú te equivocas.

Pero tengo derecho a equivocarme, no todo lo que hago es correcto y tú no siempre te equivocas.

Tengo derecho a equivocarme.

Tengo derecho a pensar que todos deberían hacer las cosas como yo digo,

pero luego me doy cuenta que estoy intentando que otros vivan como yo, y si es así, la vida se volvería extraña, ¿te imaginas?, ¿todos viviendo de la misma manera?

Tengo derecho a equivocarme.

Luego me doy cuenta que, si los quiero debo respetar la elección de cada uno,

respetar el proceso de aprendizaje y desarrollo de cada persona.

Tengo derecho a equivocarme.

Tengo derecho a levantarme hoy y a pensar que todo saldrá de la mejor manera,

que será un día perfecto y que sabré gestionar las diferentes situaciones que se presenten,

pero al final del día me doy cuenta que no he manejado alguna situación como realmente hubiera querido.

Y entonces me doy cuenta que tengo derecho a equivocarme,

a pedir disculpas, no solo a ti, al que está al frente o al lado, a pedirme disculpas a mí.

Porque a veces parece que no tuviese derecho a equivocarme y me vuelvo tan estricta,

pero luego me doy cuenta que soy aprendiz de la vida y que tengo derecho a equivocarme.

Y cuando me doy ese permiso, siento que algo dentro de mí se siente muy bien,

algo encaja

y me preparo para aprender y ser mejor en medio de mis equivocaciones.

Soy libre porque tengo derecho a equivocarme y a aprender.

 

¿Y tú?, ¿te das permiso para equivocarte y aprender?

 

Encontré esta nueva canción: «Everything’s gonna be alright» by Mike Mains & The Branches. La comparto porque pienso que todo va a salir bien. Cuando aprendemos de las equivocaciones todo sale mejor de lo que imaginamos.