Así como es importante aprender a reír, es importante aprender a llorar
Como en otros artículos, hoy te comparto mi experiencia personal así como información clave para gestionar mejor las emociones. Hoy me permitiré llorar y te invitaré a que hagas lo mismo si es que así lo deseas.
En este post encontrarás:
Mi experiencia personal Definición de llorar El llanto como una herramienta La tristeza sana y la tristeza insana- Todo para compartir contigo información para gestionar tu tristeza y llanto
¿Te has escuchado alguna vez pensando: hoy tengo ganas de llorar? Seguramente, muchas veces.
Y sí, hoy tengo ganas de llorar. ¿Algún problema?
El cuerpo y el alma a veces necesitan expresar emociones de diversas maneras y una de ellas es: llorando.
Pero alguno/a pensará:
“Los hombres no lloran”.
“Algunas mamás no tienen tiempo para estas cosas”.
“Los coaches no deben llorar”, etc.
¿Estás seguro?, ¿estás segura?
¿Qué te enseñaron o qué escuchaste sobre llorar?
Y si cambias la pregunta por: ¿para qué quiero llorar?, ¿qué función cumple el llanto ahora en mi vida?
El propósito de mi llanto
Quizá quiero llorar para soltar un taco o algo que tengo en la garganta, para liberar mi pecho, para sacar cosas que tengo guardadas hace unos días o unas semanas, para expresar la tristeza por una pérdida, para…
Esto es lo que indica el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española sobre LLORAR:
Del lat. plorāre.
1. intr. Derramar lágrimas. U. t. c. tr.
2. intr. Manar de los ojos un líquido.
3. intr. Dicho de la vid al principio de la primavera: Destilar savia. U. t. c. tr.
4. tr. Sentir vivamente algo.
5. tr. Encarecer lástimas, adversidades o necesidades, especialmente cuando se hace importuna o interesadamente.
Yo he decidido quedarme con esta definición:
“Sentir vivamente algo”.
La coach Marian Frías, por ejemplo, dice que las emociones son “tesoros”. Y si las emociones son tesoros, yo pienso que las herramientas como el llanto aparecen para sacar esos tesoros a la luz. ¿No te parece maravilloso?
El llanto como una herramienta
El llanto se puede producir por ciertas emociones como tristeza o frustración, por mencionar un par de ellas.
Y ¿qué es la tristeza? una emoción que te muestra, entre otras cosas, que has perdido a alguien o algo que era importante para ti. ¿Y la frustración? que, quizás, aunque has hecho mucho no has obtenido lo que tanto esperabas. Entonces entra al escenario “el llanto” a jugar su rol de expresar lo que estás sintiendo, como una herramienta para soltar eso que está ahí adentro y que necesita salir a la luz.
¿Imaginas que tu carro o coche estuviera funcionando mal por falta de gasolina o ruptura de un tubo y no te lo indicara? Llegaría un momento en el que se estropearía y no sabrías qué pasó. Pero, cuando el vehículo funciona mal y lo muestra a través de un indicador o un olor o una forma diferente de andar, te das cuenta que algo sucede y que hay que tomar medidas. A continuación lo revisas y, según lo que detectes, lo llevas al taller o lo solucionas tu mismo/a si es algo simple. Finalmente, el coche es arreglado y, por lo general, tomas medidas para que la siguiente vez no te pase lo mismo.
Bueno, eso mismo hace la tristeza y el llanto, te indican que necesitas un período para extrañar una pérdida y, entre otras muestras, el cuerpo y el espíritu piden llorar. Tras liberar lo que estás sintiendo, y pasando los minutos, horas o días que requieras, te sentirás diferente y pasarás a la pregunta o estado ¿y ahora qué hago? Entonces es cuando pasas a la acción. Pero antes de pasar a la acción, date tiempo para llorar.
Date tiempo para llorar
Las manifestaciones del cuerpo como «esas ganas de no hacer nada» te están protegiendo, están evitando que realices actividades que requieren responsabilidad y concentración, pues ahora la responsabilidad y la concentración están muy escondidas.
Date tiempo para llorar si es que así lo necesitas. Y cuando termines de llorar, sécate las lágrimas y continúa. El cuerpo y el alma son muy sabios y, si los escuchas, te irán mostrando que ahora estás preparado/a para retomar nuevamente las actividades cotidianas. ¿Y cómo te das cuenta de esto?
Escúchate
Es importante que te escuches para saber cuando estás superando ese período normal de tristeza y llanto. Si notas que tus pensamientos recurren mucho tiempo a lo que ha pasado y le sigues “dando vueltas”… significa que “le estás dando vueltas” a algo que ya pasó.
Vendrán otras situaciones, experiencias y personas que también te traerán mucha vida.
Así que la próxima vez que quieras llorar ¡llora! Da igual si eres hombre o mujer, si tienes 16, 40 o 70 años, si eres un ejecutivo, una diseñadora o una vendedora, si estás soltero o si estás casada, si eres latino o europeo…
¡Importante! ten en cuenta esto:
La tristeza y el llanto sanos se producen por una situación concreta. ¿Cuándo no es sano? Cuando es un pensamiento el que te está llevando a sentirte así.
¿Quieres un ejemplo?
- Tu relación se ha terminado. Se produce una tristeza normal y sana por un hecho concreto que acaba de suceder.
- Ha pasado mucho tiempo desde la ruptura y pones música que te recuerda a tu ex pareja y piensas cosas como: ¿por qué terminamos?, hoy podríamos seguir juntos si…, etc. En este caso tú estás produciendo la situación. Ese hecho ya pasó y tú lo recreas, «vuelves a montar la historia». En esta situación, la tristeza y el llanto son producidos. Si esto se repite mucho, puede prolongarse una tristeza que no es sana para ti.
¿Ahora entiendes la diferencia?
Mira si tu tristeza y llanto son una reacción a algo o si los estás produciendo, y cuando lo identifiques toma la decisión que debas tomar.
Recuerda darle importancia tanto al LLANTO como a las SONRISAS y a las CARCAJADAS. Haz un espacio para cada uno de ellos en tu vida para que se cree un EQUILIBRIO… y un día cualquiera no explotes.
¡Que hoy aceptes el llanto como una herramienta que, si sabes usar, te ayuda a «sentir vivamente algo»!
Un abrazo,
Y como siempre ando buceando por youtube disfrutando de nuevas versiones de canciones ya conocidas, me encuentro experimentos muy interesantes como este de Yuna interpretando «Here comes the sun» (Ahí viene el sol… y yo digo que todo está bien).
La verdad esta muy padre
QuE bien tambien hay que saber llorar )).
Claro que sí Claudia. En muchas culturas se nos ha enseñado que llorar no estaba bien. Hoy en día, este tipo de expresiones comienzan a aceptarse como parte de nuestro proceso, de nuestro aprendizaje. Así que también hay que darle espacio a las lágrimas en nuestra vida. Siempre y cuando ayuden a limpiar, a pasar a una nueva fase y no nos quedemos ahí. Gracias por comentar. Feliz día o feliz noche, pues no sé desde qué lugar me escribes.